Si ya existía un tenso clima divisionista en el oficialismo, en torno a la aprobación de la Ley Naín-Retamal, la muerte del cabo Daniel Palma, en el centro-sur de Santiago, agudizó aún más ese quiebre. El asesinato del nuevo mártir de Carabineros, se dio horas después del anuncio de buena parte de Apruebo Dignidad de recurrir al Tribunal Constitucional por la aprobación de la llamada “Ley de gatillo fácil”, como la bautizó la Ministra del Interior, Carolina Tohá. Tras conocerse el crimen del uniformado, polémica generaron las declaraciones de la presidenta del PS, Paulina Vodanovic quien culpó a la alcaldesa Irací Hassler de haber «permitido el descontrol del comercio y la inseguridad en el Paseo Ahumada». En redes sociales parlamentarios del Partido Comunista, e incluso parlamentarios del PS, como Juan Santana, cuestionaron las palabras de la timonel socialista- “¿Ignorancia o oportunismo?”, le respondió la edil comunista a la timonel del PS, quién retrucó “en vez de de buscar aprovechamiento político, culpando a los municipios de atribuciones que no tienen contra las bandas armadas, la invito a sumarse y aportar al mayor desafío del país, que es la seguridad. En eso estamos en Santiago. Salga de la pequeñez”.