Desde hace ya muchos años, en nuestro país es obligatorio que los productos que se comercializan, cuenten con la información nutricional necesaria, para que el consumidor pueda tener claridad tanto de los ingredientes, aporte energético, como de macro y micronutrientes de cada producto.

Sin embargo, para nadie es desconocido que la lectura del etiquetado nutricional, se ha convertido en un verdadero desafío, ya que la mayoría de la población presenta dificultad para comprender la información entregada, analizarla o simplemente comprender en que debe fijarse al momento de seleccionar un producto.

Si a lo anterior le sumamos los elevados índices de sobrepeso y obesidad presentes en nuestro país, se hace urgente la entrega de una información clara, precisa y de fácil comprensión hacia los consumidores. Por ello, es que bajo la Ley N° 20.606, se establece la obligación de incorporar “sellos de advertencia altos en”, en aquellas situaciones en que el producto contenga cantidades por sobre la recomendada para dicho nutriente.

Dentro de los 4 sellos de advertencia que podemos encontrar en los distintos productos, se hace referencia a un consumo elevado de azúcares, grasas saturadas, sodio y calorías totales.

De ésta forma, y al ser también requisito que ésta información se encuentre de forma visible y en la cara frontal del producto, es que para la población se ha vuelto más sencillo el poder reconocer las características nutricionales del alimento en cuestión, y de esa forma poder realizar elecciones de forma consciente e informada.

Finalmente recordar que la presencia de estos sellos en los alimentos, no son sinónimo de privarnos de su consumo, simplemente nos entregan la información necesaria para realizar nuestras formas de manera informada y evitar un consumo excesivo de aquellos nutrientes que puedan resultar perjudiciales para nuestra salud.

Nutricionista Josefa Jiménez Poblete