La reciente emergencia en el Parque Nacional Torres del Paine, donde cinco turistas extranjeros perdieron la vida durante el Circuito O, ha evidenciado serias deficiencias en los protocolos de seguridad y respuesta ante desastres.
Los sobrevivientes, provenientes de distintos países, relataron a través de redes sociales la falta de asistencia oportuna por parte de operadores y autoridades, denunciando que empresas como Vértice encargada de los campamentos y CONAF habrían demorado y obstaculizado las evacuaciones en medio de las adversas condiciones climáticas registradas en el sector Los Perros.
Los excursionistas que consiguieron llegar al campamento Dickson reportan lesiones menores, equipos destruidos, escasez de suministros y un profundo impacto emocional tras haber tenido que realizar tareas de búsqueda sin apoyo de guardaparques ni equipos de rescate. Además, cuestionan la veracidad de los comunicados oficiales que atribuyen a las autoridades rescates exitosos, afirmando que la ayuda llegó demasiado tarde y dejando en evidencia un preocupante vacío en los protocolos de emergencia dentro del parque.