La tensión política y militar en el Caribe aumentó significativamente luego de que una unidad de élite del Ejército de Estados Unidos realizara maniobras con helicópteros MH-6 Little Bird y MH-60 Black Hawk a menos de 90 millas de la costa venezolana, según reveló un análisis del The Washington Post.
Los ejercicios, ejecutados por el 160.º Regimiento de Aviación de Operaciones Especiales —conocido como los “Night Stalkers”—, se llevaron a cabo sobre aguas internacionales próximas a Trinidad y Tobago, generando preocupación entre los países vecinos. Aunque Washington sostuvo que se trata de entrenamientos contra el narcotráfico, fuentes del propio medio admitieron que podrían incluir “posibles misiones dentro de Venezuela”.
La situación se agravó tras informarse que el presidente estadounidense Donald Trump autorizó operaciones encubiertas de la CIA en territorio venezolano, lo que eleva el riesgo de un conflicto regional. Mientras el Pentágono evitó confirmar o desmentir la naturaleza del operativo, el ministro de Seguridad Nacional de Trinidad y Tobago también declinó referirse al tema.
Expertos advierten que este despliegue militar podría tener repercusiones diplomáticas en toda la región, especialmente ante la inestabilidad política que vive Venezuela bajo el régimen de Nicolás Maduro.
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