En un hecho sin precedentes en Madagascar, un hombre de 24 años fue condenado a cadena perpetua con trabajos forzados y a la castración quirúrgica tras ser declarado culpable de violar y asesinar a una niña de seis años en la localidad de Imerintsiatosika, a 30 kilómetros de Antananarivo. El crimen, ocurrido en 2024, conmocionó al país y motivó la aplicación de una nueva legislación que endurece las penas para agresores sexuales de menores de 10 años. La sentencia, considerada histórica por el sistema judicial local, marca un antes y un después en las políticas de castigo para delitos sexuales.

El fiscal general del Tribunal de Apelaciones, Didier Razafindralambo, afirmó que la decisión busca enviar un mensaje claro de tolerancia cero ante crímenes de esta naturaleza. Aunque es la primera vez que se ordena una castración quirúrgica en Madagascar, este tipo de sanción también ha sido aplicada en países como Alemania, República Checa, Nigeria y algunos estados de EE.UU. A diferencia de la castración química, que se realiza mediante medicamentos, la castración quirúrgica implica la extracción de los órganos sexuales responsables de la producción hormonal.

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