La ciudad de Santiago enfrenta un complejo escenario ambiental tras ser catalogada como la séptima urbe con el aire más contaminado del mundo, según el ranking en tiempo real de la empresa suiza IQAir. La mala calidad del aire obligó a decretar la segunda preemergencia ambiental del año este viernes, lo que se suma a las 13 alertas ya registradas en lo que va de 2025.
El índice de calidad del aire (ICA) alcanzó un preocupante nivel de 96, apenas por debajo de Lima (99), y muy lejos de Kuwait, que lideró el ranking con un ICA de 210. La situación, además, afecta directamente la salud respiratoria de la población, especialmente de quienes padecen enfermedades crónicas como asma o EPOC.
Factores geográficos, como el encajonamiento del valle por cerros, y condiciones climáticas invernales baja ventilación y altas emisiones por calefacción agravan el problema en la capital. Según expertos, los altos niveles de material particulado provocan irritación en las vías respiratorias, aumento de enfermedades respiratorias y riesgo de crisis en personas vulnerables. Aunque el Ministerio del Medio Ambiente destaca que las medidas del Plan de Prevención y Descontaminación Atmosférica han reducido la frecuencia e intensidad de los episodios críticos en la última década, la persistencia de altos niveles de contaminación demuestra que el desafío ambiental en la Región Metropolitana sigue siendo urgente.
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