Cientos de familias curicanas se congregaron durante el fin de semana en el cementerio municipal para rendir homenaje a sus madres fallecidas en el marco del Día de la Madre. La actividad, marcada por la emoción y los recuerdos, contó con una alta asistencia durante las jornadas del sábado y domingo, generando un ambiente de recogimiento y profundo significado para quienes participaron del acto conmemorativo.
La administración del cementerio, por instrucción del alcalde George Bordachar, implementó diversas medidas para recibir a los visitantes, como la ampliación de horarios, mejoras en los accesos y la mantención del entorno. “Queremos que la gente sienta que viene a un lugar digno, bonito, limpio, para estar en paz junto a sus seres queridos, especialmente las mamitas”, señaló el administrador Luis Figueroa. Durante las visitas, se vivieron momentos de reflexión, oración y diálogo íntimo con las madres ausentes, muchas veces acompañados de flores, música y lágrimas.
Historias personales como la de Luisa Saavedra y Olivia Cartes reflejaron el fuerte lazo emocional que permanece, incluso después de la muerte. “Uno siente que ella está ahí, que nos escucha, nunca nos ha dejado solas”, dijo Saavedra, mientras Cartes recordó con emoción a su madre fallecida hace poco más de un año. Para muchos, como el profesor Samuel Olmedo, la actividad significó un reencuentro espiritual: “Es un momento muy especial. Agradezco al municipio por crear este ambiente tan humano y respetuoso”, concluyó.