La región del Maule se posicionó como la segunda en el país con mayor cantidad de robos de cables eléctricos durante 2024, según un informe de la distribuidora CGE. En total, los delincuentes sustrajeron cerca de 35 mil metros de cable en la región, lo que representa una de las mayores afectaciones a la infraestructura eléctrica. A nivel nacional, CGE reportó la sustracción de 225 kilómetros de cables, con un total de 744 robos registrados, lo que evidenció un aumento del 14% en la cantidad de cable robado, a pesar de una leve disminución en el número de episodios de hurto.

El robo de cables sigue siendo un grave problema para CGE, que presta servicios a más de 3,2 millones de clientes en varias regiones del país. Este delito afecta tanto a las instalaciones de distribución como a los clientes, ya que el robo destruye postes, transformadores y otros equipos clave para el suministro eléctrico. Aparte de Maule, las regiones de Coquimbo, Tarapacá y Antofagasta también se encuentran entre las más afectadas por esta ola de robos, que ha generado importantes pérdidas económicas y cortes de suministro, como el incidente en Coya, O’Higgins, donde más de 500 familias quedaron sin acceso a electricidad debido al desmantelamiento de un generador.