El municipio de Talca está llevando a cabo una investigación por un brote de intoxicación alimentaria que afectó a 11 personas durante un viaje recreativo a la playa de Iloca. Los afectados consumieron pescado frito y ceviche durante el almuerzo, lo que ocasionó problemas gastrointestinales en los participantes. La autoridad sanitaria local, junto con la Seremi de Salud, ha estado investigando la causa del brote, mientras que el Departamento de Salud de Talca trabaja para determinar si la empresa encargada de la preparación y distribución de alimentos cumplió con las normativas vigentes.

La situación llevó a la Seremi de Salud a realizar una fiscalización en el recinto donde se ofreció la alimentación, ubicado en La Puntilla, Licantén. Allí, se constató que el lugar no contaba con resolución sanitaria, lo que derivó en la prohibición de su funcionamiento. La seremi Gloria Icaza enfatizó la importancia de verificar las autorizaciones sanitarias de los servicios de alimentación, instando a las municipalidades a garantizar el cumplimiento de las normativas para evitar problemas de salud pública. Aunque los síntomas fueron leves, se subrayó la necesidad de una mayor supervisión en estos servicios.