El gobierno chileno recibió con sorpresa y frustración la noticia desde La Paz de que Pablo Muñoz Hoffman, exintegrante del Frente Patriótico Manuel Rodríguez y uno de los últimos prófugos de la “Fuga del Siglo” en 1996, había sido dejado en libertad por la justicia boliviana. El exfrentista había sido detenido en la capital boliviana el lunes, y se esperaba que fuera extraditado a Chile en un proceso que había sido agilizado gracias a la colaboración de las autoridades del país vecino. La ministra del Interior, Carolina Tohá, había confirmado que las gestiones para su extradición avanzaban rápidamente, destacando el apoyo de Bolivia.
Sin embargo, en un giro inesperado, apenas 24 horas después de su arresto, la justicia boliviana decidió liberar a Muñoz Hoffman. A pesar de que en las primeras horas se informó que el exfrentista sería expulsado hacia Chile, las autoridades de Bolivia cambiaron su postura y decidieron que el camino sería a través de la extradición. No se han dado explicaciones claras sobre las razones de la liberación, lo que ha generado incertidumbre y malestar en el gobierno chileno, que había apostado por la rápida resolución del caso.