A 16 años de su fallecimiento, el obispo Galo Fernández celebró una misa en la Iglesia Catedral de Talca en memoria de Carlos González Cruchaga, quien fue Obispo de la Diócesis desde 1967 hasta 1997. Durante el oficio religioso, Fernández destacó la figura de González como un servidor de Dios comprometido con los más vulnerables, los pobres y el mundo campesino. Posteriormente, los asistentes se dirigieron a la cripta donde descansan los restos de González y otros obispos, recordando su legado y la huella que dejó en la comunidad.
El obispo Fernández subrayó la importancia de recordar a Carlos González a través de acciones que reflejen su visión de una iglesia servidora y humilde, que se ocupe de los más necesitados. Resaltó que el legado de González sigue vigente y que su ejemplo debe inspirar a la comunidad a seguir sus pasos, enfocándose en el servicio y en el compromiso con las realidades sociales. Aunque la misa fue un acto de memoria significativo, no se registró la participación de autoridades, lo que acentuó la conexión personal de los vecinos con el legado del obispo.