En un hogar de ancianos en Waverly, Nebraska, una mujer de 74 años llamada Constance Glantz, que se encontraba bajo cuidados paliativos, fue declarada muerta el lunes por la mañana. Su cuerpo fue trasladado a la funeraria Butherus-Maser & Love en Lincoln, donde un empleado descubrió que la mujer aún estaba viva, a pesar de haber sido declarada muerta dos horas antes. La policía fue llamada inmediatamente y Glantz fue llevada al hospital, donde fue reanimada. Este insólito caso dejó perplejos a todos y generó una investigación por parte del sheriff del condado de Lancaster para revisar los procedimientos de declaración de muerte en el hogar de ancianos y evitar futuros errores.
Pese a lo impactante de la situación, Constance Glantz, que estaba en un delicado estado de salud, falleció finalmente en el hospital unas horas después de ser llevada desde la funeraria. Su muerte fue confirmada esta vez por personal médico, aunque el fiscal del condado de Lancaster ordenó una autopsia para despejar cualquier duda sobre el caso. El incidente ha resaltado la necesidad de mejorar los procedimientos para la declaración de muerte y garantizar una verificación adecuada de los signos vitales de los pacientes en hogares de ancianos.