Tras varias semanas de aplazamiento y negociaciones, la iniciativa pasó su primera votación en el Congreso con 8 votos a favor y 5 en contra. Desde la oposición advierten de lo perjudicial que resultaría la iniciativa.
El proyecto de Reforma Tributaria consiguió pasar su primer trámite con 8 votos a favor, 5 en contra y ninguna abstención, siendo toda la oposición la que rechazó de plano la iniciativa tras una tramitación en la Comisión marcada por la polémica y las críticas al fondo del texto, pues significaría un retroceso al castigar la inversión, subir los impuestos en vez de ampliar la base de contribuyentes y de incentivar la fuga de capitales.
El diputado de la UDI, Guillermo Ramírez, enfatizó en que a diferencia de otras reformas tributarias, en esta oportunidad toda la oposición votó en contra, asegurando que “este es un muy mal proyecto que va a lesionar gravemente la inversión, la generación de empleo y los salarios de los chilenos. Nosotros le hemos advertido que esta iniciativa es aún pero que la del ministro Arenas y que va a generar aún más perjuicios para las familias chilenas que la que se aprobó en 2014”. En esa línea, el parlamentario aseguró que van a seguir votando en contra si es que el Gobierno no hace modificaciones profundas, agregando que “esta reforma va a traer problemas económicos serios que se van a manifestar durante este Gobierno. Nosotros le queremos advertir que cuando eso ocurra, en uno o dos años más, la culpa va a ser enteramente del Ejecutivo y todos sus esfuerzos por espantar la inversión en Chile”.
En cuanto al aumento de la recaudación, el gremialista se mostró a favor de explorar nuevas fuentes de recaudación, como en la minería con un royalty o impuesto específico, pero reiteró que la actual reforma es “básicamente lo mismo que la reforma del ministro Arenas, que prometía recaudar 3 puntos del PIB y recaudó uno y medio. Nos comimos todos los costos”, comentó el parlamentario, asegurando que si están por recaudar más, pero que la reforma del Gobierno no recaudará lo prometido.
Desde el Partido Republicano, el diputado Agustín Romero apuntó a que el resultado era un portazo al crecimiento, asegurando que “nosotros esperábamos que en un escenario, donde hay recesión económica, donde hay una espiral inflacionaria, la señal fuera no subir impuestos. ¿En qué país del mundo, en medio de una crisis económica, se decide subir impuestos? Es poco razonable, no hay ningún ejemplo en el mundo”. En esa línea, el parlamentario argumentó su rechazo comentando que espera que el Gobierno “presente una estrategia de crecimiento económico y no una estrategia que le diga a los inversionistas mejor váyase de este país”.
Además, el republicano criticó a la OCDE, la cual respaldó la iniciativa del Ejecutivo. Sobre ello, el parlamentario comentó que “yo quiero ver si la OCDE iría a mostrarle esta Reforma Tributaria a Inglaterra o Alemania. No, claramente no lo recomendaría a nadie”.