El Fiscal de Delitos Sexuales de Maipú, Ricardo Sobarzo formalizará al autor de violaciones, robo y secuestro de dos menores de edad, ocurridas el 30 de noviembre de 2019, en las inmediaciones del Templo Votivo de Maipú.
La audiencia de formalización se iba a llevar a cabo ayer viernes 18 de junio ante el Noveno Juzgado de Garantía por el doble delito de Violación a Menor de 14 años (art 362 del Código Penal). Sin embargo, por motivos que se desconocen, la audiencia fue postergada.
La identificación del imputado, de nombre Eduardo Marcelo Rodríguez Romero (39) se logró gracias a que su ADN ya estaba cotejado en el registro de condenados, por lo que sus antecedentes coincidieron en esta oportunidad, con hechos similares que Rodríguez consumó. Por ello, se investiga su actuación como violador serial.
Rodríguez Romero se encuentra en prisión preventiva en el Centro Penitenciario Santiago Sur en una causa que lleva adelante la Fiscalía Regional Sur por hechos de la misma característica. Además, tiene una condena por el mismo delito, por el cual fue ingresado el 4 de febrero de este año a cumplir un saldo de pena. Debido a lo anterior, su formalización se realizará desde el penal en donde cumple condena.
Los antecedentes
El día 30 de noviembre del 2019, ambas adolescentes, de 15 y 13 años, se encontraban en el Parque Tres Poniente practicando ensayos de baile, cerca de las 19:30 horas, cuando Eduardo Rodríguez, quién cumplía libertad condicional por una violación cometida en el año 2013, se les acercó presentándose con el nombre de Juan Pablo, con la excusa de que estaría buscando a alguien. Sin embargo, las jóvenes ignoraron al hombre, quién frente a la negativa de las chicas, empuñando un arma las amenazó para luego robar sus mochilas, celulares, audífonos y sus pases escolares.
Luego del robo las secuestró y condujo a pie durante cuadras hasta llegar a las inmediaciones del Templo Votivo de Maipú. En el camino, Eduardo Rodríguez, apodado «El Monín» las desvió del trayecto para cometer contra ellas las primeras vejaciones en un callejón, para luego llevarlas hasta una casa abandonada al interior del Templo Votivo de Maipú donde violentó a ambas sexualmente.
Tras la consumación del delito, Rodríguez las obligó a acompañarlo hasta un paradero de micros, comentándoles que esperaran al menos 30 minutos sin moverse, antes de que tomaran locomoción, no sin antes amenazarlas con matar a sus padres y quemar sus casas si contaban lo sucedido. Amenaza que se condice con el posterior y extraño incendio de la casa dos meses después de los terribles vejámenes cometidos allí en ese lugar por Rodríguez Romero.
Escrito por
Pamela Pérez Mendoza